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< Octubre n°9

A pesar de sus notorias limitaciones (o a causa de ellas), Vicente Cortés, insiste en estudios superiores que no podrán llevarle a ningún lado. Porque, si bien realiza un doctorado en filosofía en la vieja Universidad de Paris 1 (más conocida como “la Sorbón”), es de saber común que en dicha carrera sólo corren seres a priori perdidos, que poca o nula ayuda aportan a la Economía y/o Construcción Moral y Social de la Patria. Pero como no hay mal que por bien no venga, ha tenido el suficiente sentido común como para dedicar parte de su tiempo de ocio (que en su caso equivale a la Jornada Laboral completa) a la traducción. De los ya demasiados años durante los que ha pretextado estudios, ha podido, no sin cierta dificultad, ofrecernos el siguiente fruto de sus esfuerzos.

Émile Bréhier (1876-1952) es una figura central de comienzos de siglo 20 para la historia de la filosofía en Francia. Su actividad intelectual abarcó la filosofía entera de diferentes maneras. Traductor y comentador de la filosofía antigua, los problemas de la filosofía contemporánea no dejaron nunca de ocuparle. En lo que concierne a la Teoría de los incorporales, se trata de una rigurosa reconstrucción, a partir de los pocos y dispersos textos del corpus estoico, de una parte fundamental del sistema. En efecto, la teoría de los incorporales, es decir de los no-seres o casi-seres, comprende el expresable, el vacío, el lugar y el tiempo, entidades que no son más que el resultado de las acciones y pasiones de los cuerpos, únicos seres realmente existentes, entre sí: puros efectos impasibles e infecundos. Por último, acaso no sea inútil señalar que esta obra jugó un rol importante para la elaboración conceptual de La lógica del sentido de G. Deleuze.

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Biografía de Vicente Cortés

La teoría de los incorporales en el antiguo estoicismo.