César Aira: La invención del tren fantasma. Por Joaquín Escobar

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César Aira: La invención del tren fantasma
Mansalva, 2015
74 páginas
$14.000

Por Joaquín Escobar

Los tres escritores argentinos más importantes del último tiempo son Ricardo Piglia, Rodolfo Fogwill y César Aira. Este último, catalogado como el arquitecto de la literatura delirante, ha escrito más de sesenta obras: La invención del tren fantasma es su última novela. Compuesto por tres microrelatos que narran estados literarios durante procesos económicos, hallamos una sutil y no panfletaria crítica al capitalismo y sus procesos de deshumanización. En “Los arqueólogos”, uno de los capítulos, vemos a un grupo de profesionales que habitan una diminuta comunidad. En un trabajo silencioso se encargan de reconstruir un pasado que se encuentra bajo nuestros pies. Obras funcionales servían para decorar museos y casas de magnates. Sin embargo, este proceso se ve interrumpido por la aparición de máquinas carentes de funcionalidad. Con el tiempo estas se multiplicaron, hundiendo al pueblo en una creciente incertidumbre, pues la estructura social reinante no permite la no funcionalidad de las cosas: todo es instrumentalismo. “Los lingüistas”, el primer microrelato, narra la historia de un pueblo de lingüistas movidos por la vocación y el conocimiento. Jamás se tomaron descansos, su interés era estudiar lenguas extintas y transmitir sus nociones a las generaciones venideras. Todo se ve interrumpido cuando se encuentran con la poesía. De frente y sin advertirlo el descubrimiento les generó pavor por su futuro. Cierra el escrito “El joven pobre”, la historia de un zapatero que sólo puede ver por una comisura de la puerta de su trabajo lo que pasa al otro lado. Ve caminar estudiantes y siente nostalgia por el conocimiento que en las universidades adquirirán. Cuestión de la que el narrador inmediatamente se mofa: “Lo que ignoraba, en su ingenuidad de excluido, era que a los universitarios nada les importa menos que el saber. Asistían a clases por presión social y familiar, y sobre todo porque era lo que había que hacer a esa edad”. Durante gran parte del libro apreciamos una burla y ridiculización hacia las instituciones del saber y sus proyecciones; exponiendo un choque invisible entre el deseo y lo deseado. Una noche antes de dormir, y con sólo una vela por testigo, el joven zapatero dibuja en una pared un plano que no cambiará su vida, pero sí la de la humanidad.

César Aira es un escritor híbrido en las temáticas que desarrolla. Puede pasar de lo biográfico a la narrativa-cómics, o de la Argentina del siglo XIX a un espacio apocalíptico. No hay un paradigma que monopolice sus escritos, es decir, hay una incesante creación que dispara hacia múltiples voces. Por lo mismo, la trama no es lo más relevante en sus libros. Aquí cobran importancia la infinidad de interpretaciones que sobre sus textos podemos realizar, por ende, es vital un lector agudo y presente. Así como en “La invención del tren fantasma” es válida una lectura que observe los invisibles planos de los procesos económicos, igualmente podemos realizar una interpretación desde la teoría literaria. Zapateros, lingüistas y arqueólogos pueden ser vistos como titiriteros invisibles de la cultura y el lenguaje. Manejando y distribuyendo hilos desde un borde que sólo es notorio para el resto de la comunidad cuando las palabras y las cosas dejan de nombrar.

“La invención del tren fantasma” es un libro con un gran volumen poético. Plagado dereflexiones deliciosas y notables que nos gritan en cada lectura que Aira es un imperdible, y que es urgente que nos subamos a sus carros de delirios manchados con realidad.