Adelanto de “Antología del amor de Claudia Schvartz” de Francisco Ide y Francisco Morales

Adelanto del libro que reúne poemas de Francisco Ide Wolleter y pinturas de Francisco Morales,  primera publicación de la editorial Saposcat.  

 

Antología de amor de Claudia Schvartz es un libro insólito en el sistema de publicaciones actuales. Se portadatrata de un conjunto de poemas de Francisco Ide Wolleter y de una serie de reproducciones de pinturas de Francisco Morales. Lo que logra esta feliz combinación, este agenciamiento, es revitalizar el tópico de Horacio, ut pictura poesis (como la pintura así es la poesía), a través de poemas amorosos y narrativos, que van desde lo tierno a lo eufórico, pasando por parlamentos dramáticos y confesionales. Las pinturas, por su parte, arman otro relato sobre el amor loco; una historia visual con personajes situados y expresivos. El montaje de ambas narraciones, textos e imágenes, produce una extraña continuidad emotiva, con una estética irónica ante el yo monolítico del autor. La fuerza de este libro radica en la franca y desatada demencia con que se aborda el desgarro sentimental, que oscila entre lo sublime y lo feroz.”

Matías Rivas

 

Selección de Antología de amor de Claudia Schwartz:

 

Ítaca te dio el bello viaje, sin ella no hubieras salido al camino (C. Kavafis)

 

Tras la ventana los ojos son boca. Labios modulan

palabras sobre manos como duraznos abiertos / maduros.

Piel sector manos pequeñas sobre manos. Abajo en su psiquis

jugaba un gato y se comunicaba conmigo. Lo cuidamos

durante años. Un día se escapó por el balcón del departamento

lo escuchamos varios días maullar entre los edificios hasta

no saber si escuchábamos o pensábamos que escuchábamos.

Maulló hasta que se lo comieron las avenidas o los pasajes

estrechos o el paisaje en general. Entonces nos citamos en una

banca de la plaza y lloramos y hablamos y hablamos hasta que

de pronto, por la cara de la gente, me di cuenta de que llevaba

mucho rato, horas, hablando solo. En ese parque comenzó

mi búsqueda.

 

En la ventana ojos inmensos verde extraño joyas finísimas

tocadas por luz / filtro inexplicable. Los miras, parece que

todo es verde. Todo verde. Su boca pequeña y labios delgados

modulan palabras breves semillas de manzana / hebras de té.

Su pelo negro piel manos pequeñas. En lo más profundo de

su psiquis dormía un zorro del desierto. Lo cuidé un tiempo.

Un día limpié la arena de sus pies. Luego todo era dunas

cubiertas de pisadas. Traté de seguir las huellas pensando que

me llevarían hasta ella, pero / innumerables / vastas formas

de perderse. Entonces pensé en los zorros del desierto y en la

forma en que los animales nos miran y se esconden. La mirada

de los animales es una especie de pensamiento sin lenguaje

que nos deja ante la total incertidumbre de lo que somos

para ellos, de lo que son para nosotros. Sigo pensando que las

huellas me llevarán hasta ella, aunque creo que si la encuentro

me mirará un segundo y se perderá de nuevo entre las dunas.

En esas dunas, en esa arena, comenzó mi búsqueda.

 

Por la ventana ojos / verde velado, molde o circunstancia

de la luz. Su boca es roja cuando guindas / labios modulan

palabras que en el aire se tornan frutos flotantes y redondos,

brillantes de almíbar o de otra forma molde circunstancia de

la luz. Su pelo amarillo piel manos tibias. En lo más profundo

–abajo– de su psiquis canta un ave con el pecho convulsionado.

Si tratas de tomarla en tus manos se escapa. Si la dejas libre

jaula. Un día hablamos como si estuviéramos en habitaciones

contiguas, cortados por una pared de concreto. En la mía no

había ventanas y la puerta era apenas mancha de humedad,

hematoma. En la suya ventanas y puertas y me habló hasta

que sentí que el ave de su psiquis se volvía inmensa, del

porte quizás de todo y lo único que escuchaba era un latido

estridente, un corazón inmenso latiendo desproporcionado,

volviendo el mundo, el aire del mundo, ese latido. Yo, por

supuesto, no podía pronunciar y los latidos de mi corazón eran

apenas un eco miserable de ese gran latido que acoplaba todo.

En un momento el pájaro escapó por la ventana y en adelante

hubo silencio. En esa habitación, en ese eco / mi búsqueda.

 

 

Tú (V. Maiakovski)

 

Mi corazón

Era una pelota

Que hacías

Latir con

Cada rebote

Como reanimando

Un corazón

Enfermo

Y yo brincaba

Como un

Basquetbolista

Feliz

Ligero

 

 

Adiós a la amada (Dong Ho)

 

Jamás logramos explicar   cómo fue

que la cámara se encendió y apagó sola

registrando 10/s de video en que

a oscuras recortados en la ventana

te convenzo de quedarte esa noche

la primera. De pronto obsidiana

se rompe la orina

en la botella durante días / se oscurece.

Televisor, muebles abandonan la pieza

gran vacío, gran Vértigo, gran angustia.

Despierto de sueños en que me despiertas

edulcorada y solo quisiera volver a ellos en ti

habitarlos y hace tanto frío cuando tu espectro / me visita.

Algunos Objetos proyectan sombras extrañas

juraría que en la lámina de polvo sobre el suelo

se dibujan nítidos tus pies descalzos.

En algunos libros encuentro el perfume de tu letra:

arañas de vidrio o silicona.

Qué breve. Toda la vida sin ti y ahora de nuevo

la rueda / del samsara. 10/s de registro. Un misterio.

 

***

p49

 

p53

 

 

p56

 

 

p61***

La ausente (Poema árabe)

 

Por olvidar mi locura me fui al San Cristóbal. Pero la boca

cerrada de la virgen me recordó tu extenso silencio.

Para olvidar mi locura me fui a Matanzas. Pero el olor

del yodo me hizo desear tu vagina estrecha / fruto marino.

Para morir por mi locura estuve horas parado afuera de tu casa

pero luego supe, para mi infinita desgracia

que andabas en Cochabamba

tomando singani en una petaca forrada con piel de camello.

 

 

Diario desde la trinchera. T. E. Hulme

Calculamos cuándo habrá luna llena:

eso implica marchar a las trincheras

en medio de una perturbadora claridad.

Hoy hace frío, pero también hay mucho viento.

El cielo está muy claro y todo brilla.

Acabo de ver un montón de hindúes

trepando una colina con burros

y mulas. Llevan el viento en la cara.

Sus siluetas contra el horizonte

como sombras del mundo flotante.

No te imaginas qué distinto es todo

cuando hace mal clima.

Tengo que parar aquí.

Acá.

14089044_187577211654499_4404904202911003127_n

Francisco Ide Wolleter y Francisco Morales: Antología del amor de Claudia Schvartz

Saposcast, 2016

80 páginas

$9.000