Una historia de amor. Sobre “Catechi” de Cristian Geisse. Por Constanza Bustos

Una historia de amor

Por Constanza Bustos

 

Es de noche y hace frío. Llevo mi bicicleta a un costado porque he decidido caminar a mi casa. Extraña y fugazmente aparecen tres perros corriendo a mi lado. Uno me ladra en tono de broma y me pilla desprevenida acelerando mis palpitaciones. Lleva una pañoleta negra amarrada a su cuello, mueve su cuerpo café musculoso serpentinamente y los demás juguetean al costado de este como si lo apoyaran en su jugarreta molestosa. Sigo mi trayecto y estos corren libres, con la lengua afuera riéndose. Los miro mientras persiguen unos autos. Estos le ladran a las ruedas, saltan entre ellos por las veredas, cruzan la calle una y otra vez sin mirar las luces y les silbo tratando de cuidarlos. ¿Cuidarlos de qué? No lo sé, llevan más tiempo que yo recorriendo las calles, oliendo las plantas, siguiendo huellas de otros perros de antaño que levantaron las piernas para mear y comunicarse. Para marcar territorio. Quiero ser ellos para correr por las plazas y calles olfateando, buscando un cariño desinteresado, quiero alimentarme de lo que el día traiga, deambular por las noches sin horario y molestar al paseante desprevenido.

Deseo ser un perro y volver a esos sentimientos originales y únicos. Esperar a que el sol de la mañana pegue en mis ojos cerrados meditabundos. Escabullirme en recovecos e intentar pasar el frío de la noche y quizás despertar al lado de un quiosquero cualquiera, que me sonreirá en la madrugada o me echará mientras abre su negocio.

Pienso todo esto después de leer Catechi de Cristian Geisse puesto que su libro nos sumerge en la relación de unión del perro con el humano. Este nos muestra ese deseo salvaje del hombre de volver a lo animal y de su necesidad de conectarse con lo más intimo y natural del ser. Hay un vinculo ancestral entre el perro y el hombre que se expresa en estas páginas desde su inicio y nos lleva a un viaje hacia las entrañas de la creación. “Entre los mil rostros, el rostro de ese primer lobo, inteligente y sumiso, que siguió al hombre, buscando comida y alimento”  señala Geisse introduciéndonos en el origen de este amor.

Mediante una historia central deambulamos en una fusión intrínseca entre el protagonista y su perro Catechi, produciéndose una transmutación de cuerpos. Él es el perro y el perro es él. “Este perro soy yo, este perro somos nosotros, todos somos este perro” nos dice. Al recorrer las páginas a veces nos perdemos en esta unión porque no sabemos  quién esta narrando. Si  es el protagonista o es el perro o son ambos quienes transitan las calles de este pueblo inhóspito y desolado. Las emociones y experiencias son similares y se expresan mediante a monólogos internos que dialogan y muestran esta conexión sublime entre ellos.

Así se narran diferentes historias paralelas donde el hombre va mutando a ser perro. Puede ser Cosmos, Macondo, Rufo, Bala, Yauca a la vez. La unión entre el animal y el ser humano es explicita. También a través de citas metaliterarias de diferentes autores nos entrega un recorrido que nos hace pensar en la conexión antigua y universal de este vinculo. La mezcla de dos mundos interiores. La dualidad entre el deseo de libertad y el de domesticación se encuentran a lo largo de todo el texto. El origen animalesco del hombre que se perdió con la civilización y la razón son temas tratados en este libro breve, mediante  pequeñas viñetas de ligera lectura.

Cristian Geisse: Catechi
Montacerdos, 2018

133 páginas
$9.000