Violencia Barroca (Spleen Ediciones, 2010)

Selección de poemas

IV

Las figuras de los santos
se desprenden de sus bases
sangran
desgarradas carnes caoba
de los pies sus plantas
brota viscoso líquido amarillo
las heridas
San Simón
San Bernabé
San Lucas
San Felipe
abajo el púlpito
San Bartolomé
abajo el púlpito
Moisés antes de Cristo
no hay bien
no hay mal
en la mañana
la esencia es un perfume.

V

Would this be the sound
of the girl
when the death
touchs her body?
ermitaño
circundamos un sol de mediana edad
me botas en la gruta
desierto
señalas a la joven fornicada
que se arrastra muerto
su cuerpo en el río
ermitaño
¿no levantas del suelo tus ojos?
y tu mano sin heridas cubierta de costras está
que el Señor se apiade
diez años le aguardan en el sepulcro.

VII

Bello zorzal
que entras por la ventana rota
un solo silbido
rebanó el gélido metal
hijo de hombre
debes caminar con paso firme entre los autos
deja que el aire ondule en tu pecho
erguido
observando la ley
recoge un puñado de imágenes
moldea un hombre
un hijo
un lugar donde poder sobrevivir a nuestro fracaso.

XIV

Amigo Zurbarán
¿a qué hora comeremos esa carne que dejaste pudriendo?
los ácidos deben tenerla en su punto
blanda
perfecta con papas y cebolla
recuerda que debo irme
no puedo ser tu santo el día entero
el faisán ya votó sus plumas
comamos.

XV

De Humani Corporis Fabrica Libri Septem
de tu obra sólo he visto láminas
cuerpos hermosos
disección estilizada en la campiña
constreñido esqueleto
cráneo suspendido
en la arista
una mirada se aleja
desnaturalizada
pérdida del cigomático mayor
amigo Vesalio
ligamentos y tendón claramente definidos
no habrá faltado quien quisiera verte arder
célebre
tuviste al mejor mecenas
a los grabados démosle crédito
es lo único que nos queda
en tus teorías refutado
elegante
hombre de ciencia
debes estar preparado
qué olores
qué momentos miserables
por mi parte
amigo Vesalio
te celebro
¿quién fue tu editor?

XVII

La belleza no es controversia
belleza es el ano de una checa que nos mira de reojo
joven elástica
película porno de buena factura
la belleza se aloja
nos tienta
huye
en un cuadro atroz
observa
Medusa degollada
escudo convexo en madera de álamo
horror estilizado
cercenada Medusa de los cabellos venenosos.

XVIII

Nací el año en que murió Bill Evans
nací con la antorcha con que me quemaron
nací forastero en la fuente del nosotros
en reflejos perdidos buscamos la mirada
distorsionado
un estímulo
y las pupilas se dilatan
todo adquiere profundidad
las altas acacias del África
la vegetación domada en los jardines
adorna
da la sombra que tanto necesito
Finisca in me la mia genealogia!,
ch’io vo’ fottervi dietro, spesso, spesso,
poiché gli è più differente il tondo dal fesso
che l’acquata dalla malvasia
Aretino cabrón hijo de puta
me pondré mi túnica bordada
Hechicero
cantaré al agua
madre
hija de las nubes
graciosa bailarina de los cambios.

XXII

(a partir de la Adoración del cordero místico de Jan van Eyck)

Un coro pagano
un coro de santos
ángeles
mártires en perfecta perspectiva
reunidos en la colina
celebran la existencia
la creación
la creación del dios recreada
un cordero come la hierba fresca
el estandarte y el cáliz.

XXIII

(a partir de la inmaculada de Francisco de Zurbarán)

Rostro de muchachita
coronado en luz
patente los rostros de niño
en multiplicidad extrapolado
obscuro infinito
claro y obscuro
descenso hacia el mundo.

XXVIII

La noche derramada en la pupila
¿hasta dónde puedes divagar?
me abandono al dios pueril
que no concluye su obra
puedo comer la carne fresca
por donde corre la hemoglobina salvaje
y romper el esternón a mano limpia
luego la espalda frágil
y la imagen rubicunda del amanecer
entrégame el marfil negro de tu espina
la sangre de tus dedos rotos.

XXIX

La palabra hediondo es
emanar gases bajo un sol sudoroso
reflejo en el rostro aferrado
al cráneo
de una joven que baila
los hombres
reunidos bajo un árbol amistoso
bebemos el vino
cumplimos con el salvaje designio
de ser hombres
para ser amantes y ser padres
el verano nos dejó una imagen
contenida en el segundo desapareció.