Erik Satie: Sobre música, músicos y otras memorias. Por Juan Rodríguez M.

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Erik Satie: Sobre música, músicos y otras memorias
Traducción de Fernando Correa-Navarro,
La Pollera, 2018, 133 páginas,
$9.000

Por Juan Rodríguez M

John Cage dijo de su música: “La relevancia de Satie no es una pregunta. Él es indispensable”. No diremos que los artículos traducidos por Fernando Correa-Navarro y reunidos en Sobre música, músicos y otros son indispensables, pero sí que tienen algo de lo que se dice de la música de su autor, el compositor y pianista francés Erik Satie (1866-1925), a saber, que bailan entre el impresionismo, el absurdo y la repetición. O sea, que son excelentes, o excéntricos, si se prefiere. En ellos Satie crítica a los “Críticos”, elogia el arte moderno, habla, entre otros, de Wagner (“es un poeta dramático”), Stravinsky (la “lucidez de su espíritu nos ha liberado”), y de Strauss y Schöenberg (ellos “no son buenos, entendámoslo bien”).

Los textos parecen poemas, poesía gráfica, y por que no collages, gracias al profuso uso de puntos suspensivos y aparte, mayúsculas, guiones, paréntesis, exclamaciones, comillas y otros signos; además de juegos de palabras y otros ingenios y arbitrariedades. Una de las notas comienza así: “Me reprocharán lo breve que soy, me da igual”. A propósito de un crítico dice: “Lágrimas —lastimeras— me vienen a los ojos… —Justa recompensa debido al ‘doble juego’, me dije en las lecturas de sus artículos (una vez más):… pues la educación, la sumisión, el respeto (respetuoso), etc… deben ser tomados en consideración (distinguidamente)… Sí…”. En otra parte anota: “El Mundo entero los venera —venéreos, seguramente…”. Hablando de un premio escribe que “los obtienen solamente los candidatos que tienen ‘el aire de tener el aire de tener el aire’ —de nada”. Sobre el espíritu musical y los nuevos músicos dice:

“En definitiva,… este recién llegado,…

¿Qué sabe?…

      El sabe:…

          … De armonía,

               … De Contrapunto,

                     … De Instrumentación,

                          … De Orquestación,…….

 

 

… La Melodía no es un secreto para él,… no más que

… El Ritmo,

      … la Sonoridad,

               … el Dinamismo,

                     … la Tonalidad (& el Sistema atonal)

Cultiva la Sabiduría… es imaginativo…

Tiene una elevada dosis de abnegación un deseo de sacrificio voluminosísimo,… enorme,… me atrevo a decir…

Su paciencia es extrema…

… En una palabra, está listo para la lucha… combatirá lealmente…”

 

Pero quizás lo más revelador de estos artículos o composiciones llega cuando Satie sentencia, perdonando la cacofonía: “Poseer la Razón no concede ningún privilegio;…”.